Como cada año, esta semana es la fiesta en Barcelona y las calles de Gracia se ponen a todo. Entre el 15 y 21 de Agosto, podrán ver festejos por toda la capital Catalana. Te contamos por que, te mostramos imágenes y mucho más en este Post.
¿Qué se festeja esta semana?
En los Juegos Olímpicos de 1968, celebrados en México, se acuñó un adjetivo que suele utilizarse poco, beamonesc. Es lo que hizo el saltador de longitud Bob Beamon, una marca inesperada, un récord imprevisto, favorecido quizás por la altura de la capital mexicana, situada a más de 2.200 metros sobre el nivel del mar.
Gracia batirá algún año su cifra de visitantes exactamente así, de forma beamonesca, y puede que sea este mismo verano olímpico. Ninguna tormenta de verano ha estropeado las decoraciones de las calles la primera noche (un hecho curiosamente bastante común) y, azares del calendario cristiano, la fiesta ha quedado perfectamente encajada este 2016 entre dos fines de semana. La previsión es solo de día y luna de noche para toda la semana.
Los organizadores de la fiesta mayor, es decir, los vecinos, han elevado un año más el nivel artístico de las decoraciones. La primera jornada se saldó con un pleno notable de público por la mañana y una capacidad de convocatoria aún mayor por la tarde. Beamonesc.
1966, TOM JONES
Que Gracia luzca llena de vida en pleno agosto parece ahora normal, pero a poco que se coge un poco de distancia para ver con perspectiva la línea del tiempo se revela con más claridad que esto es una rareza. A mediados de los años 60, la fiesta mayor de Gracia era todo un acontecimiento. En 1966, por ejemplo, actuó Tom Jones en la plaza del Sol. Qué clímax. Pero la sociedad cambiaba. Llegaron los utilitarios, la caseta fuera, las vacaciones en la playa o en la montaña (discusión doméstica habitual en primavera) y así llegaron los meses de agosto de la ciudad desierta, un paisaje que los más jóvenes quizás les cuesta imaginar, pero que tenía su qué.
A principios de los años 70, sólo cinco calles eran decorados, con más voluntarismo que finura. Entre ellos, Progreso, que lo hacía de forma ininterrumpida desde 1924, excepto durante el paréntesis de la guerra civil. Así, que este año ya sean 20 las calles engalanadas es un síntoma de que la fiesta goza de buena salud, no porque los comerciantes les vaya bien, sino porque los vecinos así lo desean. Esta, a diferencia de la Merced, es una fiesta en la que el papel programador del ayuntamiento es secundario.
VERDI, SANA RABIA
Verdi es como cada año la potencia a batir, pero siempre desde la más sana competencia, ya que en la calle dedicada al compositor italiano se le debe, en cierto modo, la recuperación de las fiestas en los años 70. Se apuntó el verano de 1978. Dicen que aquello fue una inyección de moral.
La competencia más feroz la tiene Verdi en la Gracia del sur, la gincana de calles que forman Fraternidad, Progreso, Libertad y Tordera. Sus vecinos están cada año más en forma. El gigante pescador que recibe a los visitantes a Fraternidad es un trabajo excelente. Apunta a premio, dicen los entendidos (los vecinos de las calles rivales). No desmerece en absoluto los grandes momentos que en el pasado protagonizó esta calle, como en 1892, cuando repasaron la cadena de guerras carlistas que sacudieron Cataluña a lo largo del siglo y el decoraron con piezas militares reales olvidadas en los campos de batalla. Habría que repasar las hemerotecas, pero parece que nadie se escandalizó como ahora, que el ayuntamiento quiere montar una exposición en el Born con parafernalia franquista. La flecha del tiempo corre a veces como la novela de Martin Amis, hacia atrás.
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